No hay nada más bonito que la familia unida

Una vez más, los payasos de la tele nos recuerdan algunos valores imborrables...¡ay la nostalgia! Lo que no decían era qué entendían por familia. Como sociólogo he de mostrar los múltiples modelos de convivencia familiar actuales que dejarían boquiabiertos a los pobres gabi, fofo y miliki. Hoy domingo 28, como si de una broma se tratara, el representante del sumo hacedor en el mundo cristiano español, Rouco Valera, ha soltado sus barbaridades impropias de un ministro de la iglesia contra todo aquello que no fuera religiosa o políticamente correcto, términos casi sinónimos en nuestro país. La familia actual es múltiple, poliédrica, diversa: padres con hijastros; madres con sobrinas; abuelos con nietos; parejas homosexuales; parejas heterosexuales; amigos compartiendo piso; parejas sin opción a casarse; tíos con primos; etc.
Y llega Rouco y osa juzgar aquello que le es ajeno: el amor de una familia compuesta por cada uno, pues tendrá padres, hermanos, sobrinos, primos...pero nunca podrá tener pareja, ni hijos...al menos que se sepa públicamente. Pero ya sabemos que en este país todos hablamos de lo que no sabemos, y Rouco no iba a ser diferente. Parece que le jodiera que otros puedan encontrar la felicidad, fin primero y último en esta vida de muchos, menos de él, azote de personas felices que se aman dentro del mismo sexo. ¡Qué personaje tan reprimido!