La cacería de Garzón y Bermejo

Leí hace unos años un precioso libro de Pío Baroja titulado "El árbol de la ciencia" sembrado de todo el pesimismo noventayochista, muy similar al actual, donde se decía que "la vida es una cacería cruel en la que nos vamos devorando los unos a los otros".

Tras el episodio desafortunado del encuentro cetrero entre el Juez de la AN Baltasar Garzón y el ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo en una cacería en Jaén, me viene esta cita a la cabeza, pues más me parece que se ha abierto la veda contra estos dos personajes por parte de miembros del PP que juzgan impropio el encuentro cuando por medio hay una causa contra destacados miembros del partido de Génova.

Se ha convertido una anécdota absurda como un encuentro, en una categoría que justifica el conciliábulo entre juez y parte...beneficiada. Sinceramente, más allá de la falta de oportunidad por el momento económico que vive España, en que no parece oportuno hacer ostentaciones, a tenor de lo que parece que vale participar en una montería, dirimir este encuentro como forzado y no casual es abrir la veda al análisis de todo futuro encuentro, por cuanto de intencionado pudiera tener.

Ahora las causas abiertas por presunta corrupción, espionaje, etc, quedan menoscabadas porque en su tiempo libre juez y ministro se han encontrado en una cacería, es decir, presuntamente ya no hay corruptos ni espías en la órbita del PP, sólo firmes conspiradores para atacar al principal partido en la Oposición, que ha encontrado la piedra angular de su defensa en esta pseudo cita.

Parece ridículo que ni el juez ni el ministro se aseguraran de quién más asistiría, pues no son personajes anónimos y deberían saber que todos sus actos son mirados con lupa, así como no posar alegremente, pues ya no hay amigos que se resistan a cobrar suculentas cifras por fotos robadas...salvo que a uno o a los dos implicados no les llegue suficiente riego sanguíneo al intelecto, lo que parece más probable