La farsa de la comisión

La farsa de la comisión sobre la presunta red de espionaje en la CAM, ha tocado a su fin. Y todo hace indicar que sin opciones de reapertura. Han sido vetados múltiples candidatos, pero los más sangrantes han sido los presuntamente espiados, casualmente la mayoría vinculados al área de influencia del alcalde Alberto Ruiz Gallardón.

Esta comisión venía a lavar la imagen deteriorada del Partido Popular tras el presunto escándalo destapado por el diario El País, amén de aliviar los falsos esfuerzos por crear una comisión interna de investigación y a la frágil responsable de la misma, la Sra. de Cospedal. Creada la comisión en el Parlamento, todos parecieron quedar muy felices...todos menos los ciudadanos madrileños.

Estos últimos han sido burlados por la presidenta, que se ha mofado de tirios y troyanos, como si todos fuéramos tontos y ella la única lista. ¿Por qué le tengo que dar más crédito a un periódico que a una responsable política? Porque el primero ha documentado lo afirmado y ha puesto testigos del mismo partido, agraviados por dicho espionaje y con ganas de hablar; mientras que la segunda se ha dedicado a torpedear las comparecencias hasta lograr su extinción.

Si Rajoy no quiere quedar como un vervadero pelele del pater supremo popular, debe abrir una comisión interna seria y tomar decisiones drásticas, pues sino cualquier día se encontrará que, aquella a que tanto defiende y sobre la que hay fundadas "esperanzas" de que les devuelva el orgullo perdido, le traicione por la espalda para ponerse la corona.

A este paso, en el medio de tanto apodo, que si el bigotes por aquí, que si el gafitas por allá...todos recordaremos a Rajoy como el barbitas, pero lo suyo es que las ponga a remojar, no vaya a ser que la interfecta...se las pele.